Actividades:
1- Onomatopeyas
Es el conocido juego de tararear y adivinar la
canción, pero en lugar de una canción, es un sonido de una acción u objeto.
Para hacer el sonido vale cualquier tipo de percusión corporal, pero debe ser
sin mímica. El resto de la clase debe adivinar de qué se trata. Por ejemplo: toc,
toc, toc à
llaman a la puerta.
Tras una o dos pruebas en las que el profesor hace el sonido
onomatopéyico, se nos pide a los estudiantes, que pensemos dos o tres acciones u
objetos de los que puedan reproducir el sonido, y se nos deja un tiempo para pensarlo. Ahora somos nosotros quienes hacemos los sonidos y adivinamos. También hacemos una especie de competición con algunos
sonidos, para saber quién hace el mejor perro, o la mejor lavadora.
Los temas que les gustan mucho a los niños, que se
pueden reproducir con el cuerpo son:
- Armas: metralleta, pistola, revólver del oeste*
- Mundo animal: perro, elefante, león
- Deportes: ping-pong, tenis
- Motor/transporte: moto, avión
- Comida: hamburguesa, palomitas
- Instrumentos: trompeta, violín
- Alarmas
- Utensilios de la casa: microondas, lavadora
- Tema escatológico
- Profesiones/oficios
Nos interesa que únicamente usen sonidos y no se
apoyen en la mímica, ya que de esta manera practicamos la discriminación
auditiva, que es lo que nos interesa en este momento. Cómo diferenciamos una
sirena de ambulancia, de una de policía, o de bomberos.
*Aunque es verdad que las armas inevitablemente forman
parte de los juegos de niños. Personalmente, evitaría esta temática, porque
considero que la violencia está demasiado normalizada en nuestra vida diaria.
- Papel del profesor: el inicia la actividad, y son los alumnos quienes adivinan el sonido, cuando el juego se entiende, los propios alumnos tomarán el mando del juego. El profesor hace de árbitro en la participación y propone los temas de las onomatopeyas.
Beardyman
El profesor pone el vídeo del Beardyman, y explica que lo que hace es en gran parte posible gracias a un aparato llamado looper.
2- Somos sillas
El profesor pide a la mitad de la clase, salir al centro, y hacer un
círculo. Después tenemos que sentarnos uno sobre las piernas del otro, de
manera que no hagan falta las manos para agarrarse, sino que con nuestro propio
apoyo entre los otros, no nos caigamos. Después sale el resto de la clase.
- Papel del profesor: guiar la actividad, como los alumnos no saben en que va a consistir debe ir describiendo que es lo que deben ir haciendo paso a paso.
3- Juegos tradicionales:
Los juegos tradicionales están muy bien, nos acercan a
nuestra cultura y raíces, nos unen de generación en generación. Sin embargo,
algunos de ellos pueden ser exclusivos, segregarios; algo que debemos evitar en
las escuelas ante todo.
Esto no significa que tengamos que eliminar estos
juegos de nuestra vida, sino que podemos llevar a cabo pequeñas modificaciones,
que hagan que el juego sea inclusivo.
Jugamos al juego de las sillas. En este juego los
niños van eliminándose y hay un ganador. El profesor nos da un tiempo para
pensar cómo lo haríamos inclusivo en el aula nosotros, y ponemos en práctica
alguna de las ideas de nuestros compañeros de clase.
- El juego de las sillas funciona con normalidad, pero cuando la música
para y debemos sentarnos, para que no haya eliminados en el grupo; el compañero
que se ha quedado sin silla se sienta encima de alguien, con la norma de que él
no puede apoyarse los pies en el suelo.
- Conclusión: en la puesta en práctica, el juego se enriqueció, ya que nos quedamos con la parte buena del juego, y se eliminó el inconveniente que le encontrábamos. - Otra variación, aunque con más cambios respecto al juego tradicional es: en lugar de sillas utilizamos aros, y de la misma manera que en el juego anterior, nadie puede quedarse fuera cuando la música para.
El escondite es un juego tradicional al que todos
hemos jugado muchas veces. En mi caso he podido incluso ver como evolucionaba
con los años, con nuevas normas. Al principio el que la “liga” y tiene que
encontrar al resto, al empezar debe decir “campo libre y pista libre”. Al encontrar
a alguno tiene que correr al sitio donde contó y decir “por (y el nombre)”. Y
el que corre a salvarse para salvar al resto debe decir “por mí, y por todos
mis compañeros y por mi primero”.
El problema de este juego es en el momento en el que
te pillan el primero y debes esperar hasta que encuentren a los demás, e
incluso el primero en salvarse también debe quedarse esperando.
Mi propuesta para evitar
que esas personas tengan simplemente que quedarse esperando, sería que estos
intenten, o bien entorpecer al que liga, o ayudar a los compañeros.Conclusión: tenemos que usar el pensamiento crítico, y ver todos los objetivos y todo lo que cada actividad que llevemos al aula trasmite. Todo es mejorable, y aunque los juegos tradicionales forman parte de nuestra cultura, siempre podemos hacer pequeñas modificaciones que eviten promover ciertas actitudes o emociones negativas entre los alumnos.
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